Hace un par de años se redactó el Proyecto de Reforma de la Plaza de Constitución por encargo del Ayuntamiento de Valencia de Alcántara. Es obvio que el coste de reforma es de una cifra importante. En este Proyecto, tuvimos el honor de colaborar todos los Técnicos de la localidad, y, aunque sí que se cita en el proyecto, es justo nombrar a José Manuel Corchero el cual nos ayudó enormemente en la recopilación de información histórica. El citado Proyecto (que con el tiempo se hará público por la administración local), tiene todos los datos históricos al respecto; año de construcción, remodelaciones, singularidades en su ejecución debido a la pendiente original que tenía, etc. Siempre se ha dicho que pisar el suelo de nuestra Plaza, es pisar en España suelo portugués y, así es, puesto que los materiales del pavimento (piedra granítica, caliza y basalto) fueron traídos de la vecina Portugal. Yendo al meollo de la cuestión de la Patología que procesa su mal estado comentamos; el problema del hundimiento de esta monumental Plaza, aparte del poco o nulo mantenimiento que ha tenido la misma a lo largo de los años, antiguamente, hubo plantados árboles en las esquinas perimetrales de la Plaza, hacer mención al famoso “Árbol Gordo”, los cuales una vez cortados, las raíces quedaron en su lugar original, raíces que no se pudren de un día al otro. Con los años, las mismas se han ido pudriendo cediendo lógicamente el volumen que había entre éstas y el pavimento, ¿Cuál es la solución ahora que tanto se comenta? La solución es clara, para mantener la belleza de la Plaza, antes del levantado del empedrado, se debe de representar gráficamente los dibujos sinusoidales que van formando las piedras para mantener así el dibujo original, levantarlas todas las piedras y seguir el siguiente proceso; la Plataforma como decimos, está hundida por muchas zonas, primero habría que quitar los troncos “podridos”, posteriormente, nivelar la plataforma con zahorra mezclada con cal en polvo para darle mayor resistencia puesto que es el mejor aglomerante que trabaja en estas condiciones. Una vez nivelada la Plataforma, se tendría que compactar como es lógico. Y es en este momento que vendría el proceso más delicado. Por todos es sabido, que los mejores constructores de “calzadinhas”, los llamados “calceteiros” son de Alpalhão. Para evitar “chapuzas” varias, tenemos la suerte de tener a grandes maestros en esa localidad. En caso de faltar piedras, éstas se deberían de traer de la misma cantera de las que se trajo en su día, Fátima. La colocación consistiría de la forma tradicional. Sobre la Plataforma, se colocarían las piedras y se nivelaría utilizando una tabla para pisar la que hiciese falta. Se dejaría entre las piedras juntas para una vez “colocadas” las piedras, verter cemento en polvo mezclado con arena, y finalmente para que este cemento adquiera consistencia, se le echa agua por encima. Como decía, es un proceso delicado puesto que para que la plaza no pierda su estética se debe de hacer con sumo cuidado. En un viaje reciente, tuve la oportunidad de observar IN SITU la colocación con esta técnica de un adoquinado, que realmente si bien no es igual sí que utiliza la misma técnica.
