Plaza de Toros de Almendralejo, declarada bien de interés cultural.
La Plaza de Toros original de Almendralejo se levantó a mediados del siglo XIX, en un momento de gran prosperidad económica vinculada a la vid, el olivo y las industrias de transformación relacionadas con estos cultivos. En el año 1912 se remodeló adquiriendo su aspecto actual en estilo neomudéjar.
La plaza original se construyó por los alarifes Pedrera y Tinoco y se inauguró en 1843 y su aspecto neoárabe sigue el modelo del coso de Madrid, ya desaparecido, de Rodríguez Ayuso.
Con una capacidad para 6.000 personas, tiene un diámetro que mide 51 metros. Está construida mediante mampostería, ladrillo y tapial. La estructura la constituyen arcos apuntados sobre los que apoyan bóvedas que soportan el graderío.
Pero el elemento más destacado es la andanada superior, la cual consta de arquería de hierro fundido, labrada en el mismo estilo neomorisco que el resto de la construcción. Finas columnas de filiación neonazarí y arcos de herradura angrelados de hierro soportan la cubierta de madera y teja árabe. En las enjutas de los arcos es destacable la decoración geométrica.
También destacan los motivos taurinos en la barandilla que separa la andanada superior del resto del graderío. La presidencia, lógicamente, adquiere una mayor presencia al ser más alto el palco que el resto de la andanada. Almenas escalonadas coronan el segundo cuerpo.
Interesante es, por otro lado, la bodega que aparece anexa a la construcción, la cual conforma unas dependencias asociadas a la explotación vitivinícola de la comarca, inserta de forma un tanto insólita en un espacio como una plaza de toros, es un ejemplo de la producción y distribución del vino en el Almendralejo previo a la gran reconversión agraria que se produjo desde mediados y finales de los años cincuenta del siglo XX. http://doe.juntaex.es/pdfs/doe/2014/1770o/14040239.pdf
La Plaza de Toros original de Almendralejo se levantó a mediados del siglo XIX, en un momento de gran prosperidad económica vinculada a la vid, el olivo y las industrias de transformación relacionadas con estos cultivos. En el año 1912 se remodeló adquiriendo su aspecto actual en estilo neomudéjar.
La plaza original se construyó por los alarifes Pedrera y Tinoco y se inauguró en 1843 y su aspecto neoárabe sigue el modelo del coso de Madrid, ya desaparecido, de Rodríguez Ayuso.
Con una capacidad para 6.000 personas, tiene un diámetro que mide 51 metros. Está construida mediante mampostería, ladrillo y tapial. La estructura la constituyen arcos apuntados sobre los que apoyan bóvedas que soportan el graderío.
Pero el elemento más destacado es la andanada superior, la cual consta de arquería de hierro fundido, labrada en el mismo estilo neomorisco que el resto de la construcción. Finas columnas de filiación neonazarí y arcos de herradura angrelados de hierro soportan la cubierta de madera y teja árabe. En las enjutas de los arcos es destacable la decoración geométrica.
También destacan los motivos taurinos en la barandilla que separa la andanada superior del resto del graderío. La presidencia, lógicamente, adquiere una mayor presencia al ser más alto el palco que el resto de la andanada. Almenas escalonadas coronan el segundo cuerpo.
Interesante es, por otro lado, la bodega que aparece anexa a la construcción, la cual conforma unas dependencias asociadas a la explotación vitivinícola de la comarca, inserta de forma un tanto insólita en un espacio como una plaza de toros, es un ejemplo de la producción y distribución del vino en el Almendralejo previo a la gran reconversión agraria que se produjo desde mediados y finales de los años cincuenta del siglo XX. http://doe.juntaex.es/pdfs/doe/2014/1770o/14040239.pdf
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